El Real Campo de Polo, deporte al que era muy aficionado Alfonso XIII, se inauguró en el año 1910. Contaba con una tribuna real construida sobre un zócalo que imita sillería de piedra, que aun se conserva, y un sencillo chalet de una planta destinada al Club de Polo.
Su superficie es aproximadamente de 73.000 m2 y cuenta con un importante arbolado de abetos centenarios y plataneros orientales de especial interés de conservación.
En la actualidad se está desarrollando el proyecto de recuperación que le devolverá su funcionalidad para la celebración de partidas de polo, además de otras disciplinas hípicas, como los saltos o la doma.
Artículo Periodístico sobre el Real Campo de Polo del Real Sitio de San Ildefonso (Norte de Castilla. 12 de diciembre del 2010)